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La crianza del vino: cómo envejece y madura un vino

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La crianza del vino es uno de los procesos más importantes y que más influyen en el resultado final de un vino, y según el tiempo de crianza que haya recibido, se calificará como un vino joven, crianza, reserva o gran reserva.

Es importante conocer el proceso de crianza del vino para entender cómo envejece y maduran los caldos,  y desde Esencia Wines vamos a tratar de contarte todo lo que debes saber sobre la crianza para acertar con tu elección e introducirte un poco más en el apasionante y amplio mundo de los vinos.

 

¿Qué es la crianza del vino?

Cuando hablamos de la crianza nos referimos al proceso de envejecimiento y maduración del vino, a través del cual se desarrollan una serie de caracteres, aromas y matices especiales.

Según el tipo de vino se optará por un modo de crianza u otro, que a continuación te vamos a contar.

 

Los cuatro tipos de crianza de vinos

Los tipos de crianza se diferencian por el material utilizado para el envejecimiento y por la cantidad de oxígeno durante el proceso de envejecimiento, escogiendo el más adecuado según el objetivo final de la crianza.

 

Crianza biológica

La crianza biológica consiste en un proceso de envejecimiento del vino bajo una capa de levaduras vivas, más conocida como “velo de flor”.

 

Crianza oxidativa

La crianza oxidativa se caracteriza por las condiciones de oxidación, llevándose a cabo generalmente en barricas o depósitos de madera. ¿El resultado? Un vino astringente e intenso con una excelente estructura tánica.

 

Crianza reductiva

Con la crianza reductiva el vino envejece y madura con ausencia de oxígeno, lo que ofrece una mayor protección a los aromas y matices, permitiendo mantenerlos en perfectas condiciones. Una crianza que se realiza en botella principalmente, produciendo vinos suaves y con una menor presencia de taninos.

 

Crianza mixta

La crianza mixta es el método más utilizado, y se caracteriza por combinar los dos anteriores. El vino primero se somete a una crianza oxidativa en madera, y después se embotella para continuar con la crianza reductiva hasta que el vino alcance su plenitud.

 

¿De qué varía la crianza del vino?

No todos los vinos siguen el mismo método de envejecimiento y maduración, y es que la crianza del vino depende de los siguientes factores:

  • Suelo y clima.
  • Mantenimiento de los viñedos.
  • Proceso de vendimia.
  • Condiciones de guarda y almacenamiento.

 

¿Cómo se clasifican los vinos según la duración de la crianza?

El tiempo de crianza marcará si un vino es joven, crianza, reserva o gran reserva.

 

Joven

Vino con un método de crianza sin madera, o con muy poco tiempo de barrica. También conocidos como vinos cosecheros, son vinos más cortos pensados para consumirse el mismo año o al año siguiente del embotellado.

 

Crianza

Los vinos de crianza son los que han tenido una crianza de al menos 24 meses, de los cuales 6 meses han tenido que ser en barrica.

En el caso de los vinos blancos y rosados, el tiempo de crianza es de 18 meses.

 

Reserva

Los vinos tintos Reserva tienen un proceso de envejecimiento de al menos 36 meses, debiendo ser un mínimo de 12 en barrica.

En los vinos blancos y rosados el tiempo de envejecimiento debe ser de 24 meses, con un mínimo de 6 meses en barrica de roble.

 

Gran Reserva

Y por último están los vinos Gran Reserva, que tienen un periodo de crianza total de 60 meses, con 18 meses como mínimo en barrica. Son los vinos con mayor capacidad de guarda y los mejor valorados.

Los blancos y rosados deben tener un periodo de maduración mínimo de 48 meses, de los cuales los 6 primeros deben ser en barrica.

 

¿Por qué la madera es tan importante en la crianza del vino?

La madera de roble es el material por excelencia para la crianza del vino, ya que es un material hermético y fácil de trabajar, que conserva el vino en perfectas condiciones. Además se ha comprobado que el sabor de la madera de roble combina a la perfección con el del vino, aportando una mayor complejidad y riqueza.

La madera de roble influirá directamente en el resultado final del vino, y según el tamaño de la barrica, si es una barrica nueva o usada, o el tiempo que pase el vino en contacto con la madera, el vino tendrá unos matices u otros.

 

Conclusión

En definitiva, la crianza es el proceso de envejecimiento y maduración del vino, que puede realizarse en barrica de madera de roble o en la propia botella, siendo el método de crianza de vino mejor valorado el de barrica, que lo suaviza y redondea, consiguiendo vinos más astringentes, tánicos y potentes. Además, según el tipo de crianza el vino tendrá complejidad aromática diferente, incidiendo directamente en el resultado final.